Cuando la noche se inclina y parece que pronuncia tu nombre, hundes tus manos en la oscuridad y buscas a tientas el cuerpo inabarcable de tu memoria.

Ese pálpito en la punta de los dedos, la densa respiración de todo cuanto existe, te obliga a permanecer en la sombra.

Ninguna imagen tiembla en el espejo. Ninguna superficie se apiada de ti.

Todo está vuelto sobre sí mismo y nada consigue reflejarte. Una pausa, y el tiempo detenido cae sobre tu silencio.

Cuántas palabras a punto de oscurecerse bajo tu lengua. Cuánto deseo en los ojos que se abren por última vez.

Apártate un poco y comprende que nada podría ser el inicio ni el centro en este cuarto cerrado. Que todo será dicho de golpe en medio de la sombra y muy lentamente.

***

lucia estrada

*

Quando a noite se inclina e parece que pronuncia teu nome, afundas tuas mãos na escuridão e procuras às apalpadelas o corpo inabordável da tua memória.

Essa palpitação na ponta dos dedos, a densa respiração de tudo quanto existe, te obriga a permanecer na sombra.

Nenhuma imagem treme no espelho. Nenhuma superfície se compadece de ti.

Tudo está voltado sobre si mesmo e nada consegue reflectir-te. Uma pausa, e o tempo detido cai sobre teu silêncio.

Quantas palavras prestes a escurecer sob a tua língua. Quanto desejo nos olhos que se abrem pela última vez.

Afasta-te um pouco e compreende que nada poderia ser o início nem o centro neste quarto fechado. Que tudo será dito de golpe no meio da sombra e muito lentamente.

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[trad: cas]